Volumen 1 • Número 1 • Enero 2025

Instituto de Derecho y Tecnología

 Facultad de Derecho y Ciencias Políticas

En un mundo cada vez más digitalizado, la ciberseguridad se ha convertido en una prioridad tanto para los gobiernos como para las instituciones privadas. Panamá, como centro logístico y financiero de América Latina, no escapa a esta realidad. Este artículo presenta un análisis del marco regulatorio panameño en materia de ciberseguridad, comparándolo con las mejores prácticas internacionales, e identifica oportunidades de mejora en su legislación vigente.

Panorama Actual de la Ciberseguridad en Panamá

Panamá ha dado pasos importantes hacia la consolidación de una infraestructura legal que regule los delitos informáticos y promueva la protección de los datos personales. Entre los principales instrumentos legales destacan:

Sin embargo, a pesar de estos avances, persisten desafíos significativos en términos de implementación, fiscalización y actualización normativa.

Comparación con Buenas Prácticas Internacionales

Al contrastar la legislación panameña con modelos avanzados de ciberseguridad, como el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) de la Unión Europea y las estrategias nacionales de ciberseguridad de países como Estados Unidos, Estonia y Singapur, se evidencian algunas brechas clave:

  1. Falta de una estrategia nacional integral de ciberseguridad, articulada entre sectores públicos y privados.
  2. Debilidades en los mecanismos de supervisión y sanción, lo que dificulta la aplicación efectiva de la ley.
  3. Ausencia de políticas claras en ciberdefensa, especialmente ante amenazas cibernéticas transnacionales.
  4. Limitada formación en ciberseguridad a nivel institucional y académico.

Propuestas de Reforma y Mejora

Para fortalecer el marco regulatorio de Panamá, se proponen las siguientes acciones:

Conclusión

El fortalecimiento del marco regulatorio en ciberseguridad es fundamental para proteger la información de los ciudadanos, fomentar la confianza digital y posicionar a Panamá como un referente regional en materia de seguridad digital. A través del aprendizaje de las mejores prácticas internacionales y la implementación de reformas sólidas, el país puede avanzar hacia un entorno digital más seguro, resiliente y moderno.